Cuanto contrataron mis servicios para la elaboración de una testamentaría en Madrid, es mi especialización, el mayor problema era que todo el patrimonio del difunto estaba en Santa Cruz de Tenerife, especialmente un chalé. Firmada la testamentaría, hubo acuerdo en vender el cita inmueble, estoy hablando de finales de 2.016. Me hablaron de una Agente de la Propiedad Inmobiliaria que se llamaba “Macu Esobar”. Como no conocía a otro Agente y confiaba en quien me lo dijo, la llamé por teléfono. En cuanto hablé con ella, me agradó mucho, a parte de su simpatía, sobre todo, porque conocía a la perfección el terreno que pisaba, se nota perfectamente en cuanto estás unos minutos hablando con ella. Unos meses después de la venta del inmueble, en verano de este año 2.021, puedo decir que, si no es por ella, no vendemos la casa.

Muchos años de gestión, con múltiples problemas, no por su culpa o causa, sino por cuestiones ajenas a su trabajo, todos los propietarios divididos por toda España, diversos fallecimientos intermedios, incluido el confinamiento por la Cobid-19. Ella siguió con su trabajo, buscando con vías alternativas, con éxito hasta que consiguió que unos compradores se interesasen en el citado inmueble.

Es un valor añadido que sea Arquitecta Técnica, porque hubo ciertas cuestiones al respecto cuando la tasación y preparación para la venta, y gracias a ella, no hubo grandes problemas, porque se solucionaron.

En su campo de trabajo, el resto de Agentes deberían trabajar y actuar como ella.